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La Reserva Ecológica, sin aves por la grave sequía de las lagunas

El excepcional calor y la falta de lluvias de este año hicieron emigrar a patos, garzas y otras especies acuáticas, con lo que se deteriora el atractivo del lugar. Y para llenar las lagunas no sirve el agua contaminada del río ni la de las napas.
Por: Guillermo Katchadjian

Ya no hay más patos, se fueron porque no hay agua", fue la explicación que dio la chica de informes de la Reserva Ecológica Costanera Sur a dos nenas que le preguntaron por los animales que verían en la visita guiada. Otra forma de decir lo mismo: las cuatro lagunas de la Reserva están completamente secas y los patos, como la mayoría de las aves y animales acuáticos de la Reserva, emigraron en busca de otros espejos de agua. Unas 100 hectáreas, la tercera parte de la Reserva Ecológica Costanera Sur, son las que hoy deberían estar cubiertas con espejos de agua y no lo están. Si bien es natural que este tipo de lagunas se ajusten a un régimen climático con frecuentes períodos de sequía e inundación, la falta de lluvias en los últimos meses de 2007 y comienzos de este año estiraron el período de sequía más allá de lo previsto. Carlos Marfort, guía turístico de la Reserva, contó que, en general, las lagunas se secaban en setiembre y para marzo ya tenían agua de nuevo. Este año es la primera vez que ninguna de las cuatro tiene agua. Ya estamos en julio y nada".La sequía de las lagunas ha impactado directamente en la disminución de la biodiversidad de la Reserva Ecológica. Según un informe de 2001 realizado por la Fundación Vida Silvestre, los directivos de la Reserva y otras ONG, "a principios de 1990 podía encontrarse dentro de la reserva el 70% de las especies de aves acuáticas de la provincia de Buenos Aires". Hoy, ese porcentaje bajó prácticamente a cero. Según el Ministerio de Medio Ambiente, el lugar recibe 10.000 visitas por semana.Eugenio Coconier, especialista de Aves Argentinas, corroboró que fue la sequía lo que generó "que las aves acuáticas se fueran a otros lugares, como Ciudad Universitaria o las reservas de los alrededores de Buenos Aires, en busca de agua. Entre las aves acuáticas que se fueron, hay cisnes de cuello negro, garzas, los macáes, gallaretas y distintas especies de patos"."Hoy vemos pasar por arriba de la Reserva a aves que en otro momento se hubieran quedado acá", comentó Milena De Benito, estudiante de biología y guía del humedal. "Es que muchas aves son migradoras –explicó– y algunas llegan a hacer miles de kilómetros y necesitan una laguna para posarse, descansar y alimentarse para seguir el viaje". Para Carlos Fernández Balboa, de la Fundación Vida Silvestre, "desde hace 10 años que nadie sabe qué hacer con la Reserva. Ni los que manejan el lugar ni las autoridades de la Ciudad. Habría que llenar las lagunas para los animales que habitan allí.

¿Cómo van a decir que no hay fondos para un lugar que lleva tantos visitantes? No hay decisión política de lo que se debe hacer y eso está destruyendo el lugar".La doctora Inés O'Farrell, especialista de masas de agua de la UBA, coincidió en que la solución no llega por la naturaleza: "Si fuera un lugar natural, diría que no rellenen las lagunas, pero la Reserva fue creada por el hombre y puede ser manipulada por él"."El problema es de costos –explicó O'Farrell–. Depende de cuánto esté dispuesta a gastar la Ciudad para recuperar las lagunas. Pero también está en juego en qué clase de ciudad queremos vivir". Las opciones más analizadas, según O'Farrell, serían dos: o traer agua del Río de la Plata, saneada antes de introducirla en la laguna; o bombearla desde una napa subterránea. "Primero, por supuesto, habría qua hacer el estudio de las napas, para que no se repita lo que pasó entre 1997 y 2001, cuando se utilizó una napa con alto contenido de sales, que dañaron el ecosistema del lago", explicó la bióloga.En tanto, Marcelo Vensentini, ex ministro de Medio Ambiente durante la gestión de Jorge Telerman, aseguró que "si bien es cierto que las sequías son un proceso natural, y que no se puede tomar agua del río contaminado ni del acuífero subterráneo Puelche que tiene agua salada, sí se podrían hacer muchas perforaciones de poca profundidad para sacar agua dulce y llenar al menos la laguna de Los Coipos. Serviría desde lo paisajístico y también para evitar que la gente tire basura".El bloque socialista de la Legislatura porteña presentó el mes pasado un pedido de informes al jefe de Gobierno para que detalle las acciones de mantenimiento del área y la ejecución de tareas. Y denunciaron que el lugar está "casi en estado de abandono". En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público explicaron que hay ocho perforaciones con bombas que están en funcionamiento, aunque no logran satisfacer la demanda de agua. También, que están haciendo una prueba piloto sacando agua de una charca que hay junto a un espigón en la costa, desde la que se extrae el agua para el sistema antiincendios. Pero que, aunque durante 50 días volcaron entre 90.000 y 130.000 litros diarios, tampoco alcanzó. Ahora, afirmaron, evalúan alternativas.
INFORME DE LA MAESTRIA DE CLARIN
http://www.clarin.com/diario/2008/07/25/laciudad/h-01722468.htm